top of page
Buscar

Un viaje para el que no se necesitan alforjas

  • lorenagarciacoach
  • 19 mar 2023
  • 4 Min. de lectura




He tardado en averiguar cuál es el propósito de la vida. Era una de las grandes incógnitas que me ocupaba tiempo y energía. Me solía preguntar el sentido que tenía el sufrimiento y sí algún día la vida me recompensaría por todo aquel dolor por que el que pasaba y por todo el pasado amargo con el que reiteradamente lidiaba y que tocaba a mi puerta más veces de las que deseaba.

Quizás por las experiencias, quizás por la soledad, quizás por que cuando te ves sin apoyos firmes y no hay recursos a los que poder recurrir ni hogar al que huir, fui por la vida a trompicones tratando de que aquella lucha me dejara más alegrías que cicatrices.

Hace pocos días hablando con una amiga le decía que creía firmemente en que aquellos que han tenido que sufrir son más resilientes y humildes y también más capaces de volver a lenvantarse. Puede que no esté en lo cierto, hay quienes con vidas similares no han podido remontar. Lo que sí sé, es que el callo ayuda.

Cuándo pasas por mucho, y de esto sabemos todos, llega un punto en que el agotamiento es tal que ya no quieres más. Aquí puedes tomar acción y decidir seriamente cambiar las cosas o puedes acostarte en la cama del drama y disfrutar de esta dulce trampa.

Yo no he sido amiga de la pena y tampoco me ha gustado nunca aquello de pobrecita o eso de la mala suerte, así que cuando mi momento llegó y esta no era una opción el camino de espinas, de cambiar las cosas, se abrió y di el primer paso.

Cuándo decides hacer cambios esenciales en tu vida, debes empezar por ti. Todo empieza y acaba en ti. Hay una frase que me encanta que dice que la salida es hacia dentro y no puedo estar más de acuerdo.

Dar el primer paso es de valientes, ese paso es el de no quiero estar aquí o así y sé que puedo hacer algo para cambiarlo.

Las primeras etapas suelen ser dolorosas, darse cuenta de que lo que te pasa te pasa por que, de algún modo inconsciente, tu lo permites, duele un huevo. Dar los siguientes pasos es más sencillo sí consigues resolver, desbloquear o sanar algo importante para ti. Te recomiendo empezar de menos a más, coge pequeños descontentos, conflictos o miedos y comprueba que mejorarte a ti mismo es posible, funciona.

Una vez me dijeron esto y lo quiero compartir contigo. Una psicóloga que me ayudó a dar el primero de los grandes pasos, que humildemente creo haber dado, me dijo esto: Has construido un muro, lo has hecho con piedras resultantes de tus decepciones, heridas y traiciones. Has puesto esas piedras ahí para protegerte de lo que te hiere y el muro ha cumplido su función. Ahora ese muro no te deja ver al otro lado y ya no te sirve por que ahora ya no te hace falta protegerte del mismo modo. Eso sí, ten en cuenta que no hay un botón de destrucción de muros emocionales, así como lo levantaste lo has de desmontar, piedra a piedra. La mayoría de ellas ya no pesan, son temas zanjados y curados por el paso del tiempo o el perdón. Otras sin embargo son aún pesadas y grandes y a esas deberás prestar atención pues de no hacerlo cargarás con ella a tus espaldas.

Es todo un viaje y a medida que va uno quitando piedras y abriendo camino te das cuenta de que la vida está llena de nuevas oportunidades, aprendes a poner límites y a saber que es lo quieres, a confiar en ti.

No te voy a engañar, problemas siempre hay y nadie está libre de rumiar malas ideas, de conflictos y a veces las cartas vienen mal dadas. Lo que sí te quiero decir, es que a más libre llevas tu mochila más capacidad tienes de enfrentarte a lo que venga sin caer en el drama, la lastima y la queja.

He llegado a la conclusión; esto es mi opinión personal; que el propósito de la vida es vivir. Vivir con plenitud, vivir en paz, conocerse a uno mismo y ser consciente de que ser feliz es una elección.

Vivir con mayúsculas, disfrutar de un té caliente, de la risa de un amigo, del silencio de la mañana y de un bonito atardecer. Vivir agradeciendo lo sencillo que la vida te da. Disfruta de tu hogar, da gracias por tener la nevera llena ó quien te espere en casa.

Piensa ahora, sí ahora, en este mismo momento que me lees sí tienes algún problema y verás que tu mente se pone a buscar y tardas en encontrar algo de lo que quejarte.

Ahora observa el espacio en el que estás y encuentra algo bonito, un regalo que te hicieron, una planta en su esplendor, un cielo azul o una chaqueta que te abriga y además te encanta.

Enamórate del lugar en el que estás, no hay mejor lugar que este y mejor momento que ahora. Vive!

Termino como empecé con la frase de mi maestro Miguel. "Este es un viaje para el que no se necesitan alforjas" Llegamos en cueros y en cueros nos vamos lo que queda es la impronta que con tu presencia hayas dejado. Y tu propósito de vida no es otro que ser la mejor versión de ti mismo.


Recuerda que siempre estás a tiempo de dar un paso adelante.

 
 
 

Comments


bottom of page