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Turistas de lo cotidiano

  • lorenagarciacoach
  • 6 dic 2023
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 17 dic 2023

Llevo un tiempo debatida entre la idea que tengo de quien soy y el lugar que ocupo en la vida, y el intento de desechar toda idea creada y vivir presente en el ahora.




Llevo más de diez años estudiando a cerca del crecimiento personal y la búsqueda del equilibrio. Durante este camino me he ido deconstruyendo como quien desgrana capa a capa una lechuga. Descubriendo qué creencias me hacían sufrir y cómo mis respuestas, actitudes y conflictos se iban liberando con más o menos dolor o sensación de libertad.

Tras varias experiencias y después de una transformación interior que me ha permitido un mayor conciencia de mi misma y de mi entorno, puedo observarme y percibir mi entorno desde una posición de observador y comprensión mayor. Esta meta posición es un lugar de observación y comprensión exento de juicio, luego la experiencia vivida cambia de forma radical al pasar de convertirse en un evento en el que eres actor, movido por los acontecimientos, a ser una experiencia en la que actúas desde la presencia y compasión de los demás y de ti mismo. Te conviertes en el director de tu vida.

Y he aquí la palabra mágica que me ha traído aquí.

PRESENCIA. ¿QUE ES?. Y ¿Porqué de repente se ha vuelto importante para mí?

Habréis oído mucho esto de vivir en el presente o la importancia de estar presente. Y lo cierto es que pocos somos capaces acercarnos a entender qué significa este concepto que parecemos perseguir pero que no comprendemos.

Además vivimos la moda del mindfulness y la meditación. La era de la persecución de la iluminación y la búsqueda de la felicidad y el bienestar. Lo que ocurre con las modas es que las usamos, nos sentimos populares y cuando llega una nueva nos reinventamos y adaptamos a lo nuevo desechando lo viejo.

Sin embargo no hay en este caso posibilidad de acercarse a esta moda y salir de ella siendo la misma persona. Ya sea por que probaste una clase de yoga, porque fuiste a un taller con un amigo, por que te dieron un curso en el trabajo para gestionar el estrés y descubriste que respirar conscientemente te relaja. Ya sea por qué te gustó y quieres más o por qué huiste de ello porqué no es pare ti y no te ves sentado en silencio sólo prestando atención a tu respiración. Tanto por una cosas como por otra ya no eres la misma persona.

Sí te viste ridículo en posición de meditación, sí te sentiste abrumado por tus pensamientos, sí crees que eso es sólo para frikis y crees que no necesitas nada de esto porqué ya tu vida es suficiente tema con el que lidiar día a día, entonces te aseguro que ya no eres la misma persona. Ya te conoces mucho más de lo que otros se quisieran reconocer. Y está bien, no tiene nada de malo llegar a estas u otras conclusiones similares o no.

Sí como yo encontrase un un lugar de comprensión y de crecimiento personal en el que poder mejorar tu lenguaje, tu comunicación interna y externa. Sí como yo ya sabes que tu pensamiento crea tu realidad y que la química de tu cuerpo depende de la calidad de tus pensamientos, sí sabes que tu cuerpo grita lo que tu mente calla y estás como yo en la búsqueda de acaparar ese estado de presencia en el que surge la magia y ocurren los milagros entonces debes saber que no estas sólo.



Te regalo en este pequeño texto mi estrategia por si te sirve y puedes adaptarla a tu forma de hacer y pensar.

SILENCIO, YO SOY, INDAGACIÓN Y NO HACER

Estos son mis cuatro pasos para vivir en paz y sentirme en un estado de bienestar.

Estos pasos no tienen un orden puedes escoger por dónde empezar en función de lo que sientas en el momento.

NO HACER. La mayoría de las veces creemos que las cosas se resuelven haciendo, sentimos la necesidad de hacer para conseguir cosas. Frente a un problema lo primero en lo que pensamos es en qué podemos hacer para resolverlo y nos imaginamos haciendo toda suerte de acciones para reparar o dar solución al problema que enfrentamos. Por otro lado, pensamos que decir y rumiamos conversaciones imaginarias en las que obetemos resuespas y esgrimimos argumentos que resultan razonables e ingeniosos.

Hacer, hacer, hacer,....La gran pregunta es ¿Qué sería lo peor que pasaría sí no hicieras nada?

¿Cómo sería sólo ser?

YO SOY. Este es el mantra más poderoso que existe no hay nada más poderoso que estas palabras, luego es recomendable utilizarlas correctamente. Piensa en el montón de veces que has dicho "yo soy un desastre" "yo no tengo remedio" "yo soy así" "soy igual qué..." Y piensa quien eres cuando dices estas cosas y como te hace sentir, como te ves a ti mismo.

Sin embargo, bien enfocadas estas palabras son igual de poderosas. Puedes decir Yo soy alegría, sí es que eres una persona que sonríe frecuentemente. O sí eres de esas personas que siempre está dispuesta a ayudar al otro puedes decir Yo soy generosidad Yo soy soporte de otros, yo soy .....

Pero el gran poder de estas palabras YO SOY, es el de la pregunta. Cuándo te descubras ansioso, preocupado, rumiando conversaciones, pregúntate ¿Quién soy yo en este estado? Este reencuadre de la situación te permite descubrir que la situación y tu frente a la misma es otra muy distinta a la que crees en primer termino.

¿Quién soy yo cuándo esto me afecta? ¿Quién soy yo cuando me comporto así? ¿Quién soy yo cuando dejo llevar por los otros?....Y así con cada cosa que te hace sentir intranquilo, molesto, enfadado, preocupado, traicionado, triste....

SILENCIO. Esta palabra suele ser aterradora para muchos sin embargo, este es el espacio en el que puedes encontrar las respuestas. En el silencio es dónde se desvanecen los juicios, dónde el Ego se revela y dónde el observador se muestra es un máxima expresión.

El silencio puede resultar incómodo, en este espacio parece que no pasa el tiempo y que el flujo incesante de pensamiento no deja al silencio ser lo que es. Estar en silencio no siempre debe estar acompañado de meditación o mindfulness. Simplemente se trata de parar un segundo y aislarte del ruido que te rodea para que desde ese espacio puedas operar desde el ser y no desde el ego y así no vivir tu vida desde la reacción de lo que marque el entorno que te rodea.

El observador es la meta posición en la que puedes comprender y analizar, en la que surgen las respuestas a las preguntas que siempre te has hecho. Estar en estado de observador es estar presente.

El observador es la posición de presencia en la que eres el director de tu vida. Estando en la posición de observación tienes todas las habilidades de tu guerrero interior, toda la sabiduría del maestro, todo el amor del padre/madre, eres el sanador y el mago. En este espacio de observación tienes acceso a todas tus habilidades y capacidades.

INDAGACIÓN. La indagación es el arte de la pregunta. Indagar es deconstruir quien eres tu frente al problema, que parte de ti es la que se siente amenazada. Indagar es descubrir y aceptar que lo que es es.

La aceptación es la comprensión que lo que es es y que no se puede cambiar. Aceptar que algo te hiere, te afecta o se puede perdonar es una acto liberador desde que se formula la pregunta esencial de ¿Quién soy yo en este estado? ¿ Cómo me afecta este asunto? Dado que el hecho de preguntar abre la puerta a la opción y a la posibildad de otro esenario posible.

La indagación es la posibilidad de encontrar el camino hacia la paz interior. La capacidad de indagar requiere sin embargo de la meta posición del observador ya que esta es neutral, compasiva y comprensiva.

Es posible que te enfrentes a situaciones que no seas capaz de aceptar por lo que sea, por que es un asunto esencial para ti, porque transgrede algún valor fundamental o por que no quieres permitirte aceptarlo. Es posible y es correcto siempre que dentro de esta indagación aceptes el hecho de no aceptar.


Este es mi modo de estar presente, parar, respirar, guardar silencio, indagar quien soy yo en este estado o momento, aceptar y operar desde el YO SOY observador, desde el director y no desde el actor reactor a la escena.


Estar presente NO es estar en un estado de meditación constante, no es estar feliz en todo momento, no es no enfadarse y estar en un continuo estado de buenismo. Estar presente no es vivir la vida como un buda, hippie o al margen del sistema. Estar presente no requiere de prácticas meditativas intensivas, cursos, formaciones etc.

Estar presente es estar en paz, sentirse en equilibrio, aceptar lo bueno y lo malo, ser consciente de lugar en el que estás, estar enfocado en tus objetivos y fluir con los acontecimientos como sí los hubieras elegido.


Te invito a probar sin estrés ni expectativas, desde la perspectiva del juego y con la curiosidad de un niño.

Permítete ser turista de lo cotidiano, observando lo rutinario. Siéntete presente tomado el café de la mañana, percibiendo su olor y las sensaciones que te provoca, redescubriendo la sensación reconfortante de sabor. Altera tu ruta habitual al trabajo, conduce en silencio siendo consciente de tus acciones al volante, sientiendo como tu yo inconsciente conoce cada acción a dar al volante. Escuchando tu voz interior y que pensaientos surgen en el silencio del tráfico matutino.


Recuerda que puedes dirigir tu propia vida desde el ahora. Recuerda que puedes.


Namaste Almas Bellas.

 
 
 

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