Cumpleaños Feliz
- lorenagarciacoach
- 5 mar 2023
- 3 Min. de lectura

Me he pasado gran parte de mi vida tratando de averiguar de que va esto de vivir. Buscando la felicidad con ahínco y empeño tratando de acercarme a aquello de lo que tantos presumen.
Será por que la vida se me presentó desde la experiencia y necesidad de ser autosuficiente desde bien jovencita o por el verme más sola que la una en muchos momentos, que viví mi vida desde la dedicación y el esfuerzo con el objetivo siempre demasiado lejos como para tomarme un respiro.
Sí miro atrás veo que este viaje a pasado por valles, montañas y algunos infiernos, nada de particular a tu experiencia o la de otros. He comprobado que no tengo la exclusividad del dolor y que en esto de pasarlo mal tengo más compañía de la que pensaba.
Solía sufrir con intensidad. Con la desesperación de quién se ha entrenado para unas olimpiadas y al llegar fracasa. Me esforzaba tantísimo por que todo estuviera bien que cuando caía no entendía por qué todo aquello que tan cuidadosamente había puesto en su lugar ya no estaba ahí. Así que tras la quema, y con el coraje que podía rescatar de aquellas cenizas, me volvía a levantar dispuesta a dar el primer paso con el miedo el cuerpo y la fe en la mirada, esperando que la vida me recompensara en algún momento, con la felicidad esperada.
Ir de fracaso en fracaso, es tremendamente agotador, no sé como lo ves tú, pero la vida del guerrero es la más dura de todas. Yo salía cada día a la lucha, con una mochila enorme y sin más armas que un puñado de deseos. El caso es que me nos educaron así. Sí te portas bien todo saldrá bien, sí te esfuerzas todo es posible, sí quieres puedes, el éxito está ahí sólo tienes que luchar por él y debes ser feliz.
Con estas creencias por bandera me fui a la batalla. No me di cuenta que no había ninguna guerra y que no tenía que luchar por nada, que ya me merecía ser feliz y tener todo lo que quería sin tener que cruzar el mar rojo separando las aguas a mi paso.
Tuve que besar el suelo, eso es así de cierto, para deshacerme de algunos patrones, ideas y creencias. Algunas de ellas heredadas de la familia y otras por escuchar demasiado a los demás y creer que uno tiene que ser así o asá.
Lo cierto es que no sabía que era ser feliz para mi. Miraba hacia fuera y trataba de hacer y ser lo que se suponía. ¿Qué es para ti la felicidad? ¿Qué significa para ti ser feliz?
Ahora lo sé. Sé que significa esto para mi. La felicidad es para mi sentirme tranquilla y en paz, vivir sin sobresaltos y aceptar las cosas tal y como son.
Sé que no debo esperar nada de nadie, que las expectativas son objetivos abstractos que no tienen por que cumplirse, que no puedo tener el control de todo. Que estar cómoda con la incertidumbre me abre un sin fin de posibilidades que antes no veía.
He aprendido a perdonar y perdonarme. No me arrepiento de nada porque sé que en aquella situación hice lo que pude con los recursos que tenía y también sé que sí hubiese podido hacerlo mejor lo hubiera hecho. Sé que no siempre las cosas son como yo las veo y que puedo no tener razón, así que he aprendido a escuchar más que hablar y a ponderar el valor de dar mi opinión.
Hoy cumplo cuarenta y seis y puedo decir que me siento afortunada, en paz y tranquila Y puedo hacer, ahora sí, un inventario positivo de mi historia. Te cuento a ti que te quise y no te tuve y a ti que no te quise como querías, a ti que me heriste y a ti que ya no estas. Cuento con todos los que estáis y permanecéis y a los que quiero y a los que por mi camino se cruzaron y algo de ellos quedó en mi. Cuento con tantos y tanto que no puedo sino decir: Perdón y gracias.
Es curioso como a cada año que cumplo tengo menos certezas, la mente más abierta y los ojos más curiosos. Podría decirse que a más experiencia más se sabe y sin embargo cada vez sé menos y cada día me abro a la vida desde la apertura de aceptar que sí yo estoy bien todo lo que venga vendrá para sumar de una forma u otra.
A ti que me lees, gracias por estar, por permitir que mis sencillas palabras formen parte de tu día.
Recuerda que no existe el fracaso sólo hay resultados.
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